sábado, 12 de mayo de 2012

Busqueda y Adiccion - 2ª parte -


Adiccion y libertad

En rigor, inicialmente existe un único ámbito en el que la libertad es posible. Únicamente en el ámbito de nuestra conciencia viva estamos en condiciones de disponer con total libertad sobre nuestros actos. Son infrecuentes los momentos de libertad, ya que no duran un segundo más que el pensamiento que plasmamos conscientemente. En toda otra actividad en al ámbito de la vida psíquica, y totalmente en el de lo corporal-orgánico, estamos sujetos a determinaciones sobre las que no disponemos en total libertad. Para dominar el dolor se requiere mucha fuerza, la actividad de nuestro hígado queda fuera de toda influencia volitiva. Pero si por ejemplo deseamos renunciar en verdad voluntariamente a alguna cosa, siempre tendremos que actualizar, una y otra vez, nuestra decisión. Su eficacia emerge de la formación libre del pensamiento. La vía que conduce a la acción libre pasa necesariamente a través de nuestra conciencia y exige el conocimiento de aquello a favor o en contra de lo que deseamos decidir libremente. Lo que no somos capaces de diferenciar también quedará excluido de nuestra capacidad de decisión.

Para comprender la problemática de la adicción, determinada esencialmente por el momento de la coacción y la no-libertad, la reflexión sobre el concepto de la libertad será mas deseable cuando se buscan las posibilidades de solución e intentos terapéuticos no solo en el sentido de restituir la “normalidad” y readaptar al paciente a las condiciones sociales, sino con miras al hombre libre, vale decir también capaz de asumir la responsabilidad de sí mismo.

La adicción da testimonio de la patología de la búsqueda, lo que significa la perturbación de un principio que impulsa de las maneras mas variadas el desarrollo del hombre tanto en sentido biográfico como también de la historia de la humanidad, lo corrige y lo liga con el mundo de la realidad esencialmente espiritual.